Aclaremos que no es lo mismo tener rasgos o partes narcisistas, que la estructura narcisista de la personalidad. En todos los casos está en juego el amor, el objeto amado y la persona misma. De manera breve se puede decir que el narcisista no es el que se ama a sí mismo y sólo a sí mismo, sino que “se aman muy mal a sí mismos, al mismo tiempo que muy mal a los demás” Van de Waals.
Personalidad narcisista
La capacidad de amar está afectada de modo profundo, es común ver que las personas tienen dificultades para establecer pareja, son altamente competitivas, generan reacciones en su entorno muy polarizadas: o se los ama mucho o se los odia, por ello siempre hay intenso drama a su alrededor.
Las dificultades para integrar el Yo, así como los conflictos de amor odio generados por los choques entre lo preedípico y lo edípico, no permiten que los objetos se integren. Se mantienen las escisiones y como consecuencia se establece un Yo grandioso fundamentado en imágenes idealizadas de uno mismo y de los objetos externos.
¿Cómo se ve esto en la vida cotidiana?
Las personas en el proceso de idealizar pueden tratar a sus parejas o personas al rededor como lo máximo, les bajan el cielo y las estrellas, tan pronto aparezca algún conflicto (real o no) la idealización desaparecerá, entonces esas personas ahora les parecen insuficientes, por lo que el modo tan magnífico con que se les trataba desaparece y ahora les dan indiferencia.
Pueden también tener momentos de depresión en los que el mundo les parece falto de todo, precisamente porque el amor idealizado desaparece.
También puede ser el caso la persona que, estando siempre contigo, presta poca atención a lo que dices, pero te reclama cuando tú no lo haces por ella. Te interrumpe las conversaciones, piensa que no necesitas ayuda y por ello no te la ofrece… En resumen, es poco empático a las necesidades de los demás.
La envidia también es un rasgo característico, se presenta de una manera intensa y silenciosa. Puede ser por ejemplo que si has adquirido un bien o un reconocimiento, no tarde mucho en centrar la atención en lo mucho que sufre convirtiendo tu momento en algo acerca de sí.
Resumiendo, desde un punto de vista clínico, las personalidades narcisistas se caracterizan por: un amor patológico de sí mismos con grandiosidad, una sensación de tener derechos de privilegio, exhibicionismo, exageración de la importancia de las aspiraciones personales, dependencia excesiva de admiración de los demás, superficialidad personal por la falta de integración en profundidad del sí mismo y de representaciones de los demás, y esta oscilación entre grandiosidad e inferioridad.
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